Los coches generan mucho calor, especialmente en verano. Un sistema de refrigeración en buen estado es crucial para prevenir el sobrecalentamiento y reparaciones costosas. La eficiencia del motor alcanza su punto máximo alrededor de 93°C, pero el calor excesivo puede derretir y fusionar componentes metálicos, causando daños internos significativos.
Los vehículos modernos utilizan un sistema de refrigeración que comprende anticongelante, bombas, mangueras, termostatos y ventiladores para regular la temperatura del motor. Sin embargo, problemas como bajo nivel de refrigerante, mangueras agrietadas, correas sueltas, fugas en el radiador o incluso la falta de la tapa del radiador pueden provocar sobrecalentamiento.
Las condiciones de verano, particularmente el tráfico con paradas y arranques en días calurosos, agravan la tensión en los sistemas de refrigeración. El flujo de aire reducido sobre el motor durante el ralentí contribuye a aumentos rápidos de temperatura, especialmente con problemas preexistentes como bajo nivel de refrigerante o una correa del ventilador dañada.
El mantenimiento regular es clave para prevenir el sobrecalentamiento en verano. Revise los niveles de refrigerante con frecuencia y asegúrese de que estén dentro del rango recomendado. Generalmente, es aconsejable vaciar el radiador y reemplazar el refrigerante cada dos años utilizando una solución de limpieza especializada para eliminar la acumulación de residuos. Para la conducción en verano, se recomienda una mezcla 50/50 de anticongelante y agua; también hay disponibles soluciones premezcladas.
Inspeccione si hay fugas de refrigerante, indicadas por charcos debajo del vehículo estacionado. Aborde las fugas de inmediato haciendo que un mecánico calificado inspeccione y repare el sistema de refrigeración. Ignorar las fugas puede provocar daños graves en el motor y reparaciones costosas. Una simple inspección visual puede ahorrarle gastos y molestias considerables a largo plazo.
Más allá del refrigerante, asegúrese de que el ventilador de refrigeración de su coche esté funcionando. Escuche ruidos inusuales u observe si el ventilador no funciona cuando el motor está caliente. Un ventilador que no funciona correctamente puede reducir significativamente la eficiencia de la refrigeración, especialmente durante el ralentí o el tráfico lento. El mantenimiento regular y las comprobaciones proactivas pueden ayudar a garantizar una experiencia de conducción sin problemas en verano.